¿POR QUÉ NO:ID.?

Es difícil asegurar cuál es el verdadero significado del nombre “no:id.”. Lo más probable es que cada persona que se encuentre interesada en interpretarlo, le dé el sentido que desee; atribuyéndole alguna intención. Acepciones con los propósitos más disímiles, si se quisiera. Pero sin embargo, todas y cada una de ellas, lograrán responder a la primera y original forma de explicarlo.

“no:id.”, del inglés al castellano se traduce como una expresión para la indocumentación. La falta de identificación para reconocer la identidad de una persona. Un significado cercano se encuentra en las siglas “NN” que se usan en el castellano.

Esta es sin dudas la acepción que justifica y da lugar a la búsqueda de las posibilidades que las distintas lenguas ofrecen para definir este nombre. 

Así es como lo que primero se intenta con el proyecto denominado “no:id.” es contar con la independencia de crear un estilo, una nueva forma de “hacer” que amalgame diversas posibilidades expresivas; sin necesariamente asegurar que el próximo paso podrá ser interpretado utilizando los mismos códigos, los ya conocidos.

Las expresiones “veleta” o “no se casa con nadie” tiene un 100% de validez para comenzar a comprender esta nueva filosofía en la vida creativa de este proyecto. 

Quizás la culpa pueda recaer sobre la globalización, que hace que perdamos día a día nuestra verdadera identidad. Quizás sea una forma subversiva de decir “odio tener que aceptar formas culturales que detesto sólo porque están a mi alcance”. Quizás sea la forma de escapar a la ola expansiva de una cultura “culturalmente pobre”. Quizás sea simplemente el nihilismo del postmodernismo. Quizás sea algo así como un anarquismo temático, una glotonería sónica, un desborde melódico o una desmesura armónica. Quizás sea una forma de lograr despertar cierto interés en la búsqueda. Desestimada por muchos, aunque indudablemente imprescindible.  

“Buscar” es la propuesta, el proyecto. Encontrar lo verdadero o lo falso, dos conceptos cargados de ambigüedad, no es el móvil. No debe importarnos encontrar, ni la seguridad que nos brinde aquello que hayamos encontrado. Debemos saber que tenemos que seguir buscando. Obviamente la motivación para la búsqueda es la posibilidad de “encontrar”. Entonces, generar el “interés por encontrar” es lo importante, lo que nos lleva inevitablemente a la instancia de búsqueda. “Buscar” es experimentar. “Experimentar”, sin dudas, es vivir. “Vivir” sin motivación se traduce como “inmovilización”, a la que se llega al “estar muerto”. 

“no:id.” es una clave, una contraseña cargada de ambigüedad. Al presentarse nos propone descifrarla, pero al soñar su interpretación nuevamente nos sorprende presentándonos un sinfín de posibilidades que justifican su existencia. 

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