El título de este álbum proviene de la observación de huestes de jóvenes con la necesidad de mostrarse, de exhibirse abatidos por una vida que los aqueja y, supuestamente, no los deja avanzar ni tomar un rumbo que no se deciden a elegir. Creo que siempre me gustaron los sonidos opresivos, desesperados, sin embargo, nunca me sentí identificado con la necesidad de lamentarse de mucha gente que no puede dejar de culpar al otro por sus propias desgracias. Nunca pertenecí a ningún movimiento ni a ninguna tribu urbana que utilizara el llanto o el lamento como medio de expresión. Me siento muy afortunado por haber encontrado diversas formas para expresarme y que me permitieran ahuyentar de mi entorno inmediato a todos los fantasmas que merodeaban y acechaban a los jóvenes de mi generación oscura que preferían limpiar el fondo de un pozo ciego antes que disfrutar del sol y del aire de la mañana comiendo alguna fruta dulce, jugosa, sabrosa y deliciosa. En un momento me pregunté si no sería mejor que el título planteara una interrogación y que cuestionara al que lo leyera para movilizarlo y hacerlo reflexionar. Finalmente, me decidí por la afirmación para dejar clara mi posición. Para que no quedaran dudas de que hacía referencia a aquellos que podían ser los personajes que deambulaban por mis textos y que yo no me vinculaba con la desolación más que como medio para la invención o la creación, finalmente, para la expresión.
UNA FIESTA DE NEGRO
Para el tercer álbum de MUTANTES MELANCÓLICOS decidí que necesitaba ordenar un poco el caos al que le había dado rienda suelta en la primera época de este proyecto musical. Sí, continuaría con la distorsión, la disonancia, los ritmos quebrados, la experimentación, sin embargo, había decidido que le sumaría una “estructura” a cada canción que definiera algo cercano a una introducción, una estrofa, un estribillo, un corte, un solo, un puente, un desenlace épico... Esto no le quitó fuerza expresiva a la música y, además, pareciera que esos límites auto-impuestos dieron aún más vuelo a la propuesta.
PANTANO RADIOACTIVO
Un día, mientras grababa canciones para el álbum LA VIDA NO LES SONRÍE, mi amiga Flopa Lestani apareció por el estudio con un violín totalmente desafinado que quién sabe quién le había prestado. En seguida se me ocurrió que podía tocar algo en esta canción. Su participación no solo enriqueció el sonido que buscaba para la canción, sino que terminó de cerrar el concepto del que había partido para crear una música inmóvil y claustrofóbica con la cual el oyente se sintiera empantanado y sin salida.
HOMBRES BIODEGRADABLES
Creo que con MUTANTES MELANCÓLICOS di rienda suelta a mis obsesiones sobre la destrucción del planeta por la acción y los abusos del ser humano. A la presencia de lo artificial en lo natural y viceversa. Este título combina al hombre natural, biológicamente hablando, y al hombre artificial, creador de conceptos que intentan sobrepasar su condición de ser natural, efímero y perecedero.
https://youtu.be/7Br3H1S1G1M
UN DÍA MÁS, UN AÑO MÁS
Todo comenzó con un riff de guitarra bastante destartalado. Luego, la programación de un ritmo que cojeaba. Más tarde, algunas notas de un piano desafinado. Como si fuera poco, agregué el traqueteo del empedrado de la avenida Juan Bautista Alberdi al 2900 crujiendo bajo las llantas del tránsito pesado. Finalmente, grité como si quisiera escupir las amígdalas antes de la segunda estrofa.
RAMBLER
De haber tenido un auto, hubiera querido que fuera un Rambler. Cualquiera de sus modelos. Por lo general, las temáticas de la canción de rock se limitan al amor, o más bien al desamor, al sexo, a la muerte y a los vehículos, tanto motos como autos. En este intento por crear una canción de rock duro no podía dejar de rendirle homenaje al auto de mis sueños.
TEME POR TU VIDA
Una canción bestial a la que el título le calza a la perfección. Quizás por eso la canté como si hubiera querido contratar a los Beastie Boys para participar de la sesión de grabación pero, al quedarme sin presupuesto, hubiera tenido que contentarme con alguno de sus plomos para que acomodara los micrófonos. Martín Lucas Pavone participó con su guitarra y su pedal de wah-wah en un solo que ayuda a bajar los decibeles momentáneamente para que luego la canción termine de aporrearte y dejarte agonizando, desangrándote por los oídos.
CONFÍEN EN MÍ
Después de haber terminado con VOOM VOOM VA HELL LA, decidí que en mi próximo proyecto improvisaría un poco menos y que las canciones tendrían algo cercano a una estructura donde se pudieran reconocer una introducción, una estrofa, un estribillo, un puente, un solo, una coda... Esta fue la primera canción que grabé para este álbum y usé unos loops de batería electrónica que había creado un par de años antes cuando compré mi Roland TR-707. A la mitad de la grabación de este álbum me tomé un respiro y apagué los pedales de distorsión para grabar el álbum MATARON A LAS MUJERES, VIOLARON A LOS CABALLOS con versiones acústicas de canciones que preveía grabar en versiones eléctricas, aunque sin una agenda precisa. Creo que de no haber existido este proyecto intermedio, algunas de las canciones de LA VIDA NO LES SONRÍE habrían tomado un rumbo diferente: por lo menos en dos canciones decidí no usar distorsiones en las guitarras y en unas cuantas incluí sonidos de instrumentos acústicos.
NUNCA PODRÁS SER TÚ MISMO
Una canción en la que se ven reflejadas mis preocupaciones por la doble o la múltiple identidad con la que lidiamos cotidianamente al deber enfrentar situaciones con personas de los más diversos ámbitos. Supongo que las lecturas de los libros de Philip K. Dick aumentaron esta obsesión en mí. Pienso que, en realidad, uno nunca es uno mismo sino la construcción de lo que cada uno de nosotros necesita para interactuar con el o los otros. Lo que significa que recurrimos a una multiplicidad de estrategias que nos permiten abrir nuestras posibilidades de comunicación en abanico para relacionarnos con la sociedad. Lamentablemente, en este proceso, muchos pueden llegar a desorientarse y perder los rastros del origen de su personalidad; sea por poseer una personalidad primaria débil, maleable o influenciable, sea por renegar de su personalidad primaria, sea por necesidad de sostener constantemente una personalidad diferente por tener que desenvolverse en un medio en el que no le convenga o no le sea posible recuperar los rasgos de la personalidad primaria.
En definitiva, en esta canción me transformé en una suerte de predicador con trastorno de identidad. Un sacerdote que al mismo tiempo que cree en su dogma, lo refuta. Un orador que no cree en su propio discurso, que no cree más en su palabra, y necesita reencontrar su voz, redescubrir su propio yo para poder confiar en su propia existencia.
Cuando tocamos esta canción en vivo, tuve que recurrir a mi libretita ya que no recordaba completamente la letra. Esto generó un momento místico e imprevisto que impactó positivamente en las hordas expectantes que asistieron a ese evento único e irrepetible.
TÚ NO TIRASTE EL VENENO AL RÍO
Recuerdo que el título de esta canción, como el de muchas otras, existió mucho antes que la canción misma. Tenía una libreta en la que anotaba listas de potenciales títulos de futuras canciones, álbumes, grupos. De todo. Nunca he tenido televisión por cable en mi casa. De manera que solo miraba alguno de los cinco canales de aire disponibles en la Ciudad de Buenos Aires. Este título lo tomé del diálogo de una película que vi un sábado por la tarde por Canal 9, No recuerdo que fuera una gran película, sin embargo, como tema y título para una canción de MUTANTES MELANCÓLICOS tiene mucho sentido. Musicalmente, se trata de un blues, aunque un tanto deforme. Leo Kaplan no se conformó solo con tocar su trompeta sino que además tocó el solo de guitarra del final épico de la canción. Un cierre impecable para la versión en casete de 1994.
HABLA DE TI MISMO
Las últimas 6 canciones de la versión en CD de 2011 de este álbum no estaban incluidas en la versión en casete de 1994.
Este es una de las primeras canciones que escribí pensando en MUTANTES MELANCÓLICOS. Demoré demasiado en decidirme a grabarla y cuando lo hice tuve la pésima idea de convocar a un saxofonista para que tocara. No sé si tocó bien o mal, pero a mi no me gustó ni un poquito lo que hizo. De manera que cuando hice la mezcla final procesé el sonido del saxo con cuanto reverb y delay tenía a mi disposición para generar una capa de sonido ininteligible que se fundiera con el slide de mi guitarra. Por si fuera poco, reduje considerablemente el volumen de esa pista. No menciono el nombre del saxofonista en los créditos pues hacerlo significaría otorgarle algún mérito y no creo que merezca la pena hacerlo.
DEMASIADO JOVEN
Una versión arrolladora de una canción demoledora. ¿Qué más se puede pedir? Queda clara mi adoración por el guitarrista Rowland S. Howard. Desde el año 1987, cuando compré juntos, en un mismo día, los vinilos de “Prayers on Fire” y “Junkyard”, mi apreciación musical dio un giro radical... A los golpes. Esas guitarras, esos latigazos, no me dejaron indiferente. No creo haber querido imitarlo, pero, no puedo negar su presencia. Como la presencia de un maestro que guía, que acompaña a su aprendiz. Porque con RSH aprendí más de la guitarra eléctrica que con todos los profesores que intentaron domesticarme.
TERMINA LA AGONÍA
Esta nueva versión decidí grabarla después de haber participado con una versión similar en un programa de televisión por cable que seguramente veían tres o cuatro personas entre las cuales se encontraba una vecina sexagenaria de mi edificio. Un día, cuando me crucé con ella en el ascensor me dijo: “El otro día te vi en la tele, qué linda música que tocás”. En ese momento no supe qué pensar porque yo creía estar haciendo una música tan corrosiva que se me hacía difícil creer que pudiera calificarse de esa manera tan liviana y tan ligera.
EL DIABLO VISTE DE VERDE Y USA MOÑO ROSA
Un día, mientras viajaba en colectivo, escuché a dos chicos que en el medio de su conversación dijeron: “El diablo viste de verde y usa un moño rosa”. Nunca supe de qué estaban hablando pero inmediatamente supe que utilizaría esa frase, aunque sutilmente modificada, como título de una nueva canción.
Grabé esta canción mientras trabajábamos con Jorge Pablo Almejún en un proyecto de música instrumental que nunca vio la luz. Ya que él estaba en el estudio, le pedí que pensara en un arreglo de guitarra y que lo tocara. Luego, aproveché un solo de uno de los otros temas en los que estábamos trabajando y que más tarde reutilizaría en una canción de NO:ID. pues me gustaba y no quería que cayera en el olvido.
¿POR QUÉ LO HICIERON?
Un demonio se apoderó de mí y me hizo crear una danza macabra. Ese ritmo frenético invita a despilfarrar adrenalina y taladra el sistema nervioso central hasta que la salud mental se ve definitivamente alterada tanto por las guitarras tajantes como por las trompetas demenciales. Mejor ni hablar de la interpretación de la voz: amenaza, atemoriza y no da ningún tipo de tregua ni respiro al oyente. Inmejorable.
Originalmente grabada para que apareciera en un compilado que nunca se publicó, la cinta quedó cajoneada durante varios años. Menos mal que no se perdió ni se dañó.
ODIO ESE SUCIO COLOR
En esta canción noto las influencias más variadas y diversas: desde la música de Public Image Ltd. o The Contortions, hasta las historietas de “Boogie el Aceitoso” de Roberto Fontanarrosa, pasando por la poesía surrealista o los “Cadáveres exquisitos” de los dadaístas.
Contundente y arengadora, graciosa y ácida, demencial e inesperada, es una canción que a pesar de su corta duración abre un abanico de posibilidades que impacta. Lo asombroso es que golpes, latigazos y malos tratos dejen al oyente a la espera de un poco más. Inaugura un nuevo género musical: el sado-punk-maso-rock; que muchos hubieran denominado simplemente no-wave.
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