El título de este álbum respeta la consigna del anterior: usar una sola palabra; y propone cierta continuidad ya que el verbo “cantar” también está presente aunque conjugado en pasado. Con lo que quería significar que había empezado a alejarme de las canciones simples para incorporar mayor cantidad de arreglos e instrumentos. Por otro lado, si bien el núcleo duro de NO:ID. seguíamos siendo Omar Scavone y yo, para la época en la que terminamos de grabar este álbum solíamos ser seis músicos en escena, lo que abrió nuevas posibilidades al haber sumado nuevos recursos.
ROOM
El segundo álbum de NO:ID. recuperó cierta oscuridad que había quedado atrás con MUTANTES MELANCÓLICOS. Mayor cantidad de arreglos y una más que osada combinación de instrumentos: desde una cítara de juguete, una botella de vino y unos tubos de cartón, hasta una gaita gallega, un acordeón y una lata de Nesquik. Todo para ampliar el espectro de sonido y dejar claro que cada vez estábamos más lejos del rock ’n roll.
JESUS
Nunca he creído en nada, ni en nadie. Nunca he tenido ídolos, ni tampoco ideologías. De manera que no piensen que esta canción rinde homenaje alguno. Simplemente, la primera frase de la canción, quizás inspirada en la réplica “my precious” del personaje Gollum en “El Hobbit”, me invitó a darle este nombre.
JOURNEY
En algún momento del año 2000 me sugirieron que grabara una canción de The Cure para aparecer en un compilado de covers que publicaría el sello Mistemacbari: “Concise Pink Pig Atlas: The Whole Cure In The Mirror”. Elegí el tema instrumental “Another journey by train” ya que, a pesar de haber disfrutado durante mi adolescencia de las canciones de Robert Smith, quince años más tarde, la vibración de sus cuerdas vocales no liberaba la dopamina necesaria en mi cerebro como para producirme emoción alguna.
Sintetizamos tanto la melodía original y le agregamos tantas variaciones de instrumentos que finalmente pocos elementos quedan para reconocer de dónde proviene nuestra inspiración inicial, de manera que para nuestro segundo álbum decidí incluir la canción y abreviar su nombre a una sola palabra.
DIVE
Hago natación desde los dos años de edad, sin embargo, nunca había escrito una canción que describiera ni sensaciones ni vivencias bajo el agua. Generalmente, tampoco escribo canciones en las que use la primera persona para contar mis experiencias personales como protagonista. Este es el único caso en el que no solo tomé la pileta como tema, sino que además conté una experiencia personal que por aquel entonces me aquejaba. Al que adivine y cuente la anécdota a la que hago referencia en esta letra, le regalo cada uno de los álbumes que he publicado hasta este momento.
CABARET
Para esta nueva versión de “Club nocturno” decidí cambiarle el nombre a la canción por varias razones. Primero, había decidido que todos los títulos de las canciones de NO:ID. llevarían nombres de una sola palabra. Segundo, sentí que el estribillo, gracias a todas esas voces, hacía mover la patita de una manera mucho más sensual. Y, tercero, esta versión estaba tan lejos de la destartalada versión original de 1993 que merecía despojarse de su herencia y renacer completamente renovada.
LATE
Una de mis canciones preferidas cuando tocábamos en vivo con NO:ID. Una versión en estudio que nos salió increíble. Una letra que también me parece genial. Uno de mis mejores logros como autor y compositor. Afortunadamente, este tipo de canciones, con brillo y destellos particulares, no intentan cautivar desde lo previsible y nacen para estar lejos de las hordas irreflexivas del público de estadio, sino, hubiera sido un éxito rotundo.
MUSIC
Una versión demasiado ambiciosa de una canción simple que podría haber sido impactante de no habernos ido por las ramas. Los coros me siguen pareciendo penetrantes, sin embargo, no tiene ningún sentido que hayamos grabado hasta un solo de bajo. Deberíamos habernos ceñido al “menos es más” que defendimos en el resto del álbum y que solíamos llevar como estandarte desde el día de la creación de nuestra primera canción.
BOOK
Escribí esta canción yendo a cursar la materia Semiología o Sociología de la carrera de Ciencias de la Comunicación en algún momento del año 1999. Creo que el reemplazo de los libros por cuadernillos de apuntes fotocopiados en pésima calidad de los que tenía que reconstruir los textos mientras trataba de leerlos fue la fuente de inspiración principal de esta letra. Para las nuevas generaciones que desconocen el olor y la textura de las páginas de los libros por estar acostumbradas a leer en sus dispositivos electrónicos, la problemática de esta canción les resultará anacrónica, ajena e incomprensible. Lo lamento por ellos. Se han perdido el placer de hojear un libro, de caer al azar en alguna de sus páginas para leer a la deriva y redescubrir algún párrafo olvidado entre los hedores inconfundibles de tinta y humedad que suelen anestesiar la lectura y disparar imágenes que desvían la comprensión.
Entre las tantas personas que colaboraron para llevar adelante este álbum, contamos con Rita Divorcio. Ella se apareció un día por el estudio con su acordeón y con un tal Galundia quien al llegar traía en una mano una botella de Gin y en la otra una bolsa con media docena de limones. Lo único que me dijo al entrar fue: “Tenés un vaso y hielo”. Resumen, se tomó toda la bebida él solo y por suerte se quedó dormido porque mientras intentaba enroscar la tapa de su botella con una sola mano hacía tantos malabares que temíamos que arruinara la grabación o el tapizado del sillón sobre el que reposaba. Rita tocó algunas notas en el estribillo de la canción y fueron las últimas que le conocimos a su instrumento pues esa misma noche, al rato de haber salido del estudio, se lo robaron.
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