El título de este álbum tiene su origen en la literatura de ciencia ficción y de fantasía que, sumada a mi preferencia por el cine que abordaba esos géneros, influía en mí sin cesar. Recuerdo haber leído vorazmente a Philip K. Dick y estimo que la idea para el título de este álbum debe haberse gestado al entrar en contacto con mundos desconocidos donde no existen límites claros que diferencien a un ser humano de una máquina concebida para imitarlo.
HUESOS DE METAL Y PLÁSTICO
En algún momento de 1995, no recuerdo cómo llegamos a formar parte de una obra de teatro que se llamaba “Radio en el 2023”. Tocábamos algunos temas cuando la actriz encendía un radio-grabador que tenía sobre una mesa. Luego de esa experiencia, el autor de la obra me pidió si podía componer canciones para una nueva obra que estaba escribiendo que se llamaría: “Otoño Gótico” (o algo similar). Finalmente, una banda de sonido. No recuerdo porqué convinimos en que utilizaríamos la melodía de la “Marcha fúnebre” de Chopin como punto de partida. Bajo esta consigna escribí 4 de las 9 canciones que formaron parte del álbum. El sonido despojado responde a dos razones bien diferentes: continúa con la idea del álbum anterior en el que había decidido usar pocos instrumentos, pero además, la ausencia de guitarras se debe a un accidente que tuve en el que me corté profundamente la yema de mi dedo índice izquierdo, lo que me obligó a dejar de tocar las seis cuerdas durante al menos seis meses.
MI RELOJ
Para el álbum MI RELOJ BIOLÓGICO NO NECESITA CUERDA decidí crear separadores para intercalar entre las canciones. Casi instrumentales, totalmente abstractos, respondían a mi creciente interés por los temas relacionados a la ciencia ficción y a las músicas experimental, instrumental y electrónica.
LÁGRIMAS ARTIFICIALES
La letra de esta canción la compuse tomando en préstamo y traduciendo al inglés algunos textos que había escrito una amante que tenía en aquella época con la que teníamos encuentros fugaces de sexo salvaje. Evidentemente, no tengo ni idea de lo que querían decir las frases originales que forzosamente perdieron su sentido previo ya que organicé sus métricas para que se adaptaran sobretodo a la melodía y al tempo con los que había compuesto la música de la canción, recortando y obviando algunas palabras, agregando otras de mi pluma en el proceso.
RELOJ BIOLÓGICO
El segundo de los separadores. Similar al anterior aunque diferente. Loops, delays, field recordings, algunas palabras. Creamos un mecanismo artificial para satisfacer el deseo de alcanzar el infinito y satisfacer la necesidad de creer en la eternidad. Lamentablemente, como le ha hecho decir mi hijo a alguno de sus muñecos intergalácticos en sus luchas y batallas perdidas, “cuando nací, perdí la vida”.
DESPERTÉ Y ME DI CUENTA QUE ESTABA VIVO
Otra canción de la que no tengo ningún recuerdo sobre la procedencia de la inspiración para escribirla. Solamente sé que el punto de partida para la composición de algunas de las canciones de este álbum fue la “Marcha fúnebre” de Chopin, de la que usé solo algunos acordes. Definitivamente, mi álbum predilecto.
DIOS SE EQUIVOCÓ
Un redoblante que acompaña un spoken-word que delata cuánto leía a Philip K. Dick en aquella época. Una marcha fúnebre que podría acompañar una procesión en la que se llorara la desaparición definitiva de Dios, en la que se aceptara su inexistencia, en la que se desenmascararan las confabulaciones que han llevado a la humanidad a concebir, crear, construir y aceptar masivamente un concepto abstracto, una idea, sin la cual el ser humano, al sentir un vacío de sentido, hubiera enloquecido y hubiera perdido el rumbo mucho antes.
NO NECESITA
El tercero de los separadores. Entre las capas de sonido de estos temas usé unas grabaciones que conservaban mis padres en las que yo mismo, de bebé, emitía diversos sonidos vocales. No me queda claro si intentaba hablar, lloraba o me quejaba para que me dejaran un poco tranquilo. En la mezcla, agregué diversos repiqueteos aleatorios de delays cruzados. Además, con mi grabador de periodista incorporé recitados en distintas velocidades para embarrar aún más la cancha.
VIAJE ATEMPORAL TOTALMENTE CONTROLADO
Esta canción la estrené en un recital que hice en Bahía Blanca que organizaron mis queridos amigos Cristian Alberto López y Claudio Menghini. Cuando la grabé, unos meses más tarde, tuve que reinventar algunos arreglos pues no podía tocar los acordes en la guitarra por mi lesión en el dedo índice izquierdo. Recuerdo que me habían prestado un órgano de juguete del que obtuve un lindo sonido intergaláctico que enriqueció a la canción. Además, como en la misma época en la que grabé este álbum estábamos grabando con Asustados Unidos (proyecto paralelo con Omar Scavone y Alejandra Carlucci) y nos habían prestado una guitarra acústica increíble, la usé para grabar las únicas partes de guitarra que se escuchan en MI RELOJ BIOLÓGICO NO NECESITA CUERDA. Encuéntrenlas, escríbanme y recibirán como premio y regalo todos los álbumes que he publicado hasta este momento.
NECESITA CUERDA
El cuarto de los separadores. Mejor dicho el cierre del álbum. Esta canción está construida a partir del título del álbum para generar una suerte de canon de voces que no deja de escarbar y taladrar para permitirnos encontrar nuevos sentidos en el murmullo que se genera. A pesar del aire cibernético del tratamiento del sonido, creo que el único efecto que usé al grabar las voces se generó al usar un micrófono de bajísima calidad.
MÁQUINA DIOS
La última canción de la versión en CD de 2011 de este álbum no estaba incluida en la versión en casete de 1996.
Esta canción la grabé a pedido para un video-poema de unos alumnos de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la UBA que llevaba como título: “Pésame”. La grabé con la ayuda de Marcelo Almejún en la programación de algunas partes de percusión y algunas partes de órgano. Además, fue mi primera experiencia en el uso de la computadora para incorporar loops de sonidos de ambiente.
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