Música de ciencia ficción para una vida que necesita emoción. Aparenta inmovilidad. Hipnotiza, seduce. Voces que susurran, voces casi inaudibles. Espaciados acordes de piano que se entrelazan con prolongados aullidos de trompeta. Efectos de cinta desmagnetizada. Loops de órgano que crean el ambiente para escuchar este álbum por la noche, a media luz, para disfrutar de la intimidad que nos ofrece.
Las canciones de “Mi reloj biológico no necesita cuerda” nacieron de la propuesta de crear la banda de sonido para una obra de teatro en la que Mutantes Melancólicos participaría tocando esta música en vivo. El proyecto nunca se concretó, la música existe, permanece. Esta música fue compuesta tomando como inspiración algunos de los acordes que acompañan la melodía de la “Marcha fúnebre” de Frédéric Chopin. Además, Madrid recuerda que algunas de las influencias de esa etapa de su carrera eran las bandas de sonido de las películas “Twin Peaks” de Angelo Badalamenti y “A Night on Earth” de Tom Waits.
Compuesto, interpretado, producido y grabado por Gustavo Madrid durante los meses de mayo y octubre de 1995 en El Quinto con la participación de: Leo Kaplan y Marcelo Almejún; la versión en CD ofrece una canción que no estaba incluida en la versión original en casete.
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